Política antiterrorista

Roberto Muñoz Bolaños

Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid

Política antiterrorista

Cuando hablamos de política antiterrorista, nos referimos al conjunto de instrumentos que las instituciones de un Estado, incluyendo el poder ejecutivo, legislativo y judicial, pero también las agencias gubernamentales, de inteligencia, las Fuerzas Armadas y las de Seguridad del Estado, manejan para neutralizar las organizaciones y redes terroristas. Su fin es impedir que estos grupos pongan en marcha espacios de violencia para infundir terror a la población y obligar al gobierno y a sus ciudadanos a aceptar sus demandas.

No obstante, dentro de esta dinámica hay que diferenciar dos vectores. El primero, el contraterrorismo, definido como las prácticas, tácticas, técnicas y estrategias que gobiernos, Fuerzas Armadas, cuerpos policiales y agencias de inteligencia adoptan como respuesta a una amenaza terrorista. El segundo, el antiterrorismo, conformado por los procesos de análisis político, social, psicológico y penal para predecir dónde es viable un ataque terrorista. El objetivo es utilizar esta información para poner en marcha medidas que neutralicen esa acción. Por tanto, se trataría de un esfuerzo para reducir y dificultar las posibilidades de ese ataque, logrando que el objetivo este más protegido.

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