Justicia

Adela Asua

Catedrática de Derecho Penal

Justicia

La justicia, en sentido estricto, como intervención judicial para atribuir la responsabilidad, asignar la responsabilidad a quien ha cometido un crimen, es una tarea imprescindible. Imprescindible para evitar la impunidad. Porque la impunidad del delito es lo que crea zozobra, temor, miedos, y lo que favorece la jactancia del que abusa de su poder o de su posición con la violencia para atemorizar a la sociedad. Por eso la justica es imprescindible. Pero sabemos también que la justicia que podemos hacer nunca va a ser satisfactoria del todo. La ‘Justicia’ con mayúsculas es una meta inalcanzable. Porque tiene límites, porque la experiencia nos obliga y nos ha llevado a respetar las garantías de las personas procesadas, porque tiene límites a la hora de poder operar con pruebas que garanticen la verdad. Por eso, a veces se produce frustración. Pero, sobre todo, la justicia y la lucha contra la impunidad serán efectivas cuando sea la sociedad, sobre todo, la que acompañe a las decisiones judiciales en la reprobación, en la deslegitimación de la violencia o de los abusos de la imposición y de la ruptura de las normas de convivencia. Solo cuando las víctimas se ven acompañadas por la empatía y por la reprobación del delito y no por los disimulos o por el alejamiento, es cuando podemos decir que la justicia cobra su verdadero sentido y gana la confianza de toda la ciudadanía. Por eso la justicia es cosa de jueces, pero también la justicia en su pleno sentido, es cosa de los ciudadanos que deben colaborar y acompasar la deslegitimación de los delitos.

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