Txakurra

Txakurra

Un rasgo característico del pensamiento sectario y totalitario es la estigmatización de categorías sociales enteras por no encajar en su modelo de sociedad soñada. Un mecanismo para esa estigmatización es la despersonalización, esto es, la expulsión de un grupo social de la condición humana y la expulsión del campo de obligación moral. El ejemplo clásico es el Nacionalsocialismo con los judíos, a los que se les se consideraba como piojos, bacterias o parásitos. En todos los casos, el modus operandi es el mismo. Primero se apunta a despersonalizar en el plano discursivo un grupo social entero o a varios grupos sociales y al final se acaba físicamente con los miembros de ese grupo.

El perro no es un animal cualquiera, es un animal domesticado que puedo recibir órdenes de los humanos. En el caso vasco, el txakurra (perro), sería entonces un animal, prescindible por no compartir la condición humana, que obedece a un señor determinado, al Estado español, con un fin concreto: el de someter al pueblo vasco. En el caso específico vasco se ha referido con el estigma de txakurra a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado: policías, guardias civiles y ejército. El nacionalismo radical, con ETA a su vanguardia, ha considerado a todos estos individuos como seres prescindibles por sus por su condición animal, de txakurra.