Violencia política

Roberto Muñoz Bolaños

Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid

Violencia política

La violencia política se define como las acciones de fuerza que ciertos colectivos y grupos organizados ejercen contra el poder establecido, con el fin de derribarlo o transformarlo. Por tanto, supone una perturbación de la “normalidad”, aunque esta sea ilegítima, y una alteración de la vida política cotidiana. Para completar esta definición, deben introducirse tres dinámicas más.

La primera, que puede ser ejercida de forma continua y sistemática, como ocurre con el terrorismo.

La segunda, la participación de sectores sociales e intelectuales en su desarrollo, legitimación y justificación. Esta cooperación se articula sobre dos argumentos. Por un lado, que las acciones de fuerza ejercidas por ciudadanos son moralmente superiores a las desencadenadas por el Estado. Por otro, que en determinadas situaciones sólo caben este tipo de acciones para combatir la situación de injusticia existente. En este sentido, Fanon y Sastre defendieron el empleo de la violencia política como un instrumento legítimo, fundamental e insustituible en los procesos de cambio político; justificando de esta manera las acciones terroristas.

La tercera, que no es un fin en sí misma, sino un medio. Por eso, se ejerce en contextos concretos para alcanzar objetivos determinados. En este sentido, Honderich ha considerado que un elemento distintivo de este tipo de acciones consiste en buscar un cambio en los sistemas políticos. Por su parte, Arendt definió esta violencia como instrumental, precisando de una justificación para sus acciones.

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